¡Se acerca el invierno! Y todos los operadores aéreos deben saber prepararse para garantizar vuelos seguros en esta época del año.
Todos los operadores con certificación Wingman saben que la seguridad es lo primordial y que la planificación exhaustiva, en la medida en que resulta esencial para el éxito de la aviación de negocios, se basa en rigurosos criterios de seguridad.
Para los latinoamericanos, el hielo, la nieve y la lluvia helada son prácticamente inimaginables, ya que la mayoría de los países de la región disfrutan de condiciones climáticas muy favorables durante casi todo el año – con la excepción del Cono Sur, por supuesto. Pero si planea viajar a Norteamérica o al norte de Europa en las próximas semanas – ya sea que cuente con una aeronave propia o prefiera los servicios de un exclusivo operador aéreo – Usted y su operador aéreo deberían saber que el invierno se aproxima, y se deben realizar preparativos para garantizar que los vuelos en esta época del año sean seguros. La mayoría de los servicios de vuelos chárter en América Latina, por ejemplo, reconocen que la planificación exhaustiva es esencial para garantizar altos niveles de seguridad. No obstante, volar durante el invierno plantea desafíos muy peculiares, en particular cuando hay que llegar a aeropuertos pequeños bajo condiciones de hielo. Por tales motivos, en South American Brokers consideramos que hay ciertos aspectos que todos los pilotos, tripulantes y profesionales de la aviación deben tener en cuenta para garantizar vuelos seguros y servicios eficientes durante las operaciones de invierno.
En primer lugar, los operadores y pilotos deben estar al corriente de la iniciativa de la Administración Federal de Aviación para la evaluación del desempeño durante despegue y aterrizaje (TALPA, por sus siglas en inglés) y la guía sobre los tiempos de duración y tolerancia de anticongelantes (Holdover Times and Allowance Guidance). Todos los aeropuertos que cumplen con dichas regulaciones en Norteamérica implementaron un sistema para la evaluación y reporte de las condiciones de pista en 2016. Por lo tanto, los pilotos deben estudiar la Matriz de Evaluación de las Condiciones de Pista (RCAM, por sus siglas en inglés) usando los datos sobre el desempeño de su aeronave para coordinar las maniobras y medidas requeridas.
El tiempo de duración y tolerancia, por otra parte, es el período de tiempo estimado durante el cual surten efecto los fluidos anticongelantes o descongelantes que previenen la acumulación de hielo, nieve o escarcha en la aeronave y sus componentes. Para realizar dicho cálculo se toma en cuenta la composición de los químicos, su finalidad y método de aplicación. En este sentido, los fluidos se clasifican como Tipo I, II, III y IV. El tipo I, por ejemplo, es un fluido descongelante muy fino que remueve hielo y nieve de la superficie de la aeronave. Los otros tres tipos, en cambio, tiene una mayor viscosidad, lo que les permite actuar como agentes anticongelantes al adherirse a las superficies de mando y retrasar la formación y acumulación de hielo. Evidentemente, se deben considerar diversos factores, tales como el tipo y tamaño de la aeronave, condiciones climáticas y las operaciones planificadas, antes de decidir qué tipo de procedimiento – ya sea anticongelante o descongelante – se va a aplicar.
Asimismo, es importante llamar al aeropuerto para confirmar la disponibilidad de espacio en rampa y hangar, y solicitar información sobre cualquier peligro relacionado con las condiciones de hielo. Los pilotos también deben confirmar la compatibilidad de la aviónica con los sistemas de aproximación del aeropuerto de llegada. Finalmente, al llegar al aeropuerto es conveniente retirar de la cabina y del sistema de agua cualquier líquido que pueda congelarse; y encender la calefacción y dejar que la aeronave caliente antes del despegue.
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