El misterio que rodea a Rapa Nui o Isla de Pascua, ¡es grande!. Aunque es una isla pequeña, con 25 km de un extremo a otro. Se considera la isla habitada más alejada de un continente y la más remota del planeta. Se encuentra en medio del Océano Pacífico Sur, a casi 4 mil kilómetros de Chile y otro tanto de la Polinesia. Los vecinos más cercanos viven en las Islas Pitcairn, a más de 2.000 km al oeste. América del Sur está a más de 3.500 km hacia el este, hoy en día, a una distancia de un vuelo de aproximadamente cinco horas.
Los primeros habitantes de Rapa Nui
El primer misterio de Rapa Nui o Isla de Pascua, es el origen de sus habitantes. Después de conocer su geografía, no te quedará dudas que sigue siendo un misterio. Es casi obligatorio preguntarse, ¿Quiénes fueron los primeros seres humanos en llegar a la isla? y sobre todo ¿Cómo la alcanzaron? Hay varias teorías que intentan resolver este misterio sobre el origen de la sociedad en la isla.
Las teorías más difundidas están asociadas con la zona geográfica de origen, siendo tres lugares específicos: la Polinesia, América y la Atlántida. La teoría polinesia, la más popular, cuenta que los primeros rapanui serían originarios de las Islas Marquesas, situadas a 3600 km. La leyenda cuenta que el rey Hotu Matu’a soñó que sus tierras serían pronto sumergidas bajo el mar. Por lo que envió 7 exploradores, quienes encontraron una isla vacía y fértil. Seis de ellos volvieron con las buenas nuevas al rey, quien decide poblar la isla, a la cual, le colocaron el nombre de “Te pito o te henua”, traducido como “El ombligo del mundo”.
En segundo lugar, la teoría del origen americano surge en 1820, siendo William Ellis su principal defensor. Esta teoría sugiere que los habitantes de Rapa Nui, o como se conoce posterior a su colonización, la Isla de Pascua, serían originarios del continente americano. Habrían llegado sobre incipientes embarcaciones, empujadas por los vientos favorables.
En 1948, el explorador noruego, Thor Heyerdahl, apoya esta teoría. Indicando que los pobladores llegaron desde Perú, dadas las similitudes de las culturas: trabajo de las piedras, presencia de plantas de América del Sur, esculturas. Para lo cual se embarcó en una balsa de madera para cruzar el océano desde Perú hasta Rapa Nui.
La tercera teoría, según el explorador francés Dumont d’Urville, los habitantes de la isla habrían llegado a pie. Como supervivientes de la Atlántida, el gran continente, hoy desaparecido bajo el océano, que estaba conectado con la Isla Rapa Nui.
Sin embargo, no deja de ser uno de los misterios de la Isla Rapa Nui. Algunos apoyan la teoría extraterrestre como una manera de explicar el origen de sus habitantes. Así como, la construcción de sus famosas esculturas de piedras o Moais.
Las estatuas gigantes de Rapa Nui
El segundo misterio de Rapa Nui o Isla de Pascua, es quizás la razón por la cual es más famosa esta isla. Los Moais son gigantescas esculturas de piedra que pesan varias toneladas. Sus tamaños pueden variar entre 2,5 y 9 metros de altura. Su peso medio se acerca a las 14 toneladas, aunque las más grandes pueden pesar hasta 80 toneladas. Convirtiéndose en verdaderos emblemas de la isla.
Conocidas coloquialmente como “las cabezas gigantes de Isla de Pascua”, las estatuas monolíticas de Rapa Nui, evocan la forma humana. Gracias a la tradición oral rapanui, se sabe que los moai no representaban dioses ni figuras míticas, sino antepasados importantes. El pueblo rapanui labró cientos de moái como una forma de rendir tributo a sus ancestros.
Labrado de los Gigantes de Piedra
Uno de tantos misterios de Rapa Nui, es el porqué decidían construir los Moai en el volcán Rano Rakaru. La piedra de este cráter sirvió como material para esculpir casi todos los gigantes rapanui. Primero el moai era delineado en la roca y después tallado, dejando una quilla en su espalda para mantenerlo unido a la roca madre.
Con el paso del tiempo la producción de los moai se volvió más compleja. Aumentaron de altura y se añadieron también, detalles y adornos. En las cavidades oculares solían colocarse placas de coral, a modo de ojos, y también llevaban unos copetes o moños en la cabeza.
El más recurrente, es una especie de gorro realizado con una piedra de color rojo. Conocido con el nombre de pukao, el llamado sombrero moái es una incógnita más de la cultura rapanui. Mientras que la mayoría de los moái se esculpía en la cantera del Rano Raraku, los pukao se producían con la piedra roja del volcán Puna Pau, en el extremo contrario de la Isla.
Transporte de los Moai
Sobre el transporte y la hechura de las estatuas, existe mayor desconocimiento. Aproximadamente, 1000 moais descansan sobre la isla envolviéndola en toneladas de misterio. Se estima que la producción de moáis proliferó entre los años 500 y 1500 de la era común, pero nadie sabe exactamente en qué periodo se originaron las estatuas, ni quiénes eran los encargados de producirlas.
Existen varias teorías para el transporte de los Moais, que al igual que las pirámides de Egipto, se cree que los rapanui hicieron uso de cuerdas y movimientos ‘coreografiados’ para poder mover las estatuas por la isla. Igualmente se ha manejado la posibilidad que se ayudaran con unas plataformas parecidas a trineos (hechas con troncos de árboles).
Thor Heyerdhal, enunció la teoría de arrastre, dice que se colocaba el Moai de espaldas sobre un trineo de madera y se arrastraba. Sin embargo, en los años 80, se planteó la hipótesis, que en realidad los Moai se trasladaban “caminando”. Alegaba que la estatua de pie es estable debido a que su centro de gravedad es bajo, por lo que se inclinaba hacia un costado y se balanceaba hacia delante.
Por otra parte, estudios más recientes sugieren que habrían utilizado máquinas complejas en la isla desde hace siglos, debido a un sistema de carreteras que fueron excavados, donde se supone que sirvieron para transportar las estatuas gigantes. Parte de estas carreteras fueron excavadas originalmente en el lecho de roca de la isla, formado principalmente de roca volcánica de un tipo conocido como ‘pahoehoe’.
¿Qué señalan los Moai? ¿Tiene algún motivo su ubicación?
El tercer misterio de Rapa Nui o Isla de Pascua, reside más allá de cómo se construyeron los Moai, también les acompaña el por qué. La Isla de Pascua no tiene fuentes de agua dulce en la isla, por lo que sigue siendo un misterio cómo sobrevivieron sus antiguos habitantes.
Un estudio sugiere que se trata de estatuas ceremoniales que se colocaban en puntos estratégicos donde se encontraba agua potable. Se llegó a tal conclusión debido a que en los lugares donde no hay moái tampoco hay agua dulce, y en los lugares donde los hay se encuentran fuentes cercanas al agua potable.
Cuando los europeos llegaron por primera vez a Rapa Nui, se sorprendieron al ver a los indígenas bebiendo directamente agua del mar. Junto con los famosos moáis de la isla, esta peculiaridad de la naturaleza se agregó a la lista local de misterios.
Estudios recientes, muestran que el agua de lluvia en Rapa Nui, se cuela directamente a través del lecho rocoso poroso en un acuífero subterráneo (un cuerpo de roca porosa o sedimento donde se concentra el agua). Estos luego emergen a lo largo de la costa como algo conocido como “filtraciones costeras”, es decir, bolsas de agua dulce que se filtran al océano.
Los antropólogos descubrieron que, además de recolectar agua dulce de focos de filtración costera, los habitantes de Rapa Nui construyeron presas submarinas en el océano para mantener el agua dulce y del mar separados. Construyeron pozos, con los que redirigieron el agua del acuífero antes de llegar al mar.
Misterios modernos de Rapa Nui
El cuarto misterio de Rapa Nui o Isla de Pascua, es el que hizo que la medicina tuviera un antes y un después, ya que aún sigue salvando vidas. Todo comenzó cuando un científico se maravilló al ver que los habitantes de ese territorio no sufrían de tétano, a pesar que, andaban descalzos en una tierra llena de caballos, las condiciones ideales para infectarse.
Fue por eso que el microbiólogo, Georges Nógrády, dividió la isla en 67 parcelas y tomó muestras del suelo de cada una de ellas. Con el fin de aislar los microorganismos de la tierra y luego analizar las sustancias que producían.
Uno de estos microorganismos, es la bacteria Streptomyces hygroscopicus, con la cual produjo un compuesto. En 1972, al producto aislado lo llamaron rapamicina, en honor a Rapa Nui. El cual demostró que era muy bueno inhibiendo el crecimiento de hongos, pero también, era inmunosupresor. Es decir, podía hacerte sensible a otro tipo de infecciones.
Resulta un poco egoísta resumir todos los estudios clínicos en un párrafo, porque se ha profundizado en los mecanismos de acción del medicamento. Pero podemos afirmar que los usos de la rapamicina se siguen multiplicando, como inmunosupresor y en diferentes tipos de cáncer. Actualmente, hay decenas de estudios para determinar su potencial antienvejecimiento y su capacidad para aminorar las consecuencias negativas de la vejez.
Turismo en Rapa Nui
Quizás este es el único punto que no resulta un misterio, siendo hoy su principal fuente de ingresos, los rapanui, son celosos de su cultura y de todo el misterio que rodea a los Moai. La mayoría de los habitantes de la isla hablan: español, inglés y rapanui. Este último, comparte nombre con la isla y el pueblo que la habita desde hace cientos de años.
Desde 2018, entró en vigencia la Ley de protección de Rapa Nui, la cual establece los requisitos de ingreso para turistas, como una manera de proteger su ecosistema, ya bastante vulnerable, debido a su reducido tamaño y su aislamiento extremo.
El Aeropuerto Internacional Mataveri es la única puerta de entrada a Rapa Nui. Recibe vuelos directos de Santiago de Chile y Papeete, capital de la Polinesia Francesa.
Cada vez es más frecuente viajar en jets privados a Rapa Nui. Motivado a su situación geográfica y las dimensiones de la isla, los turistas que la visitan, utilizan a menudo aviones privados de mediana o gran envergadura (midsize o heavy jet), ya que la incapacidad de repostar combustible en la isla, amerita aviones con gran autonomía.
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